Las dos caras del mismo vinilo.
La Espe para los colegas o la Señora Esperanza Aguirre, ex presidenta de la Comunidad de Madrid, ex ministra de Educación y Ciencia, condesa de no sé donde, incomprensiblemente autodeclarada como consorte de posiciones liberales, icono pepero de este gran país España. Mil y una estrofas que leídas a priori a modo biográfico por un neófito en los antecedentes del panorama político, a la señora bien se le podría confundir con alguna de las amistades peligrosas de Simone de Beauvoir versión siglo XXI.
Lejos de sentir admiración por los logros de este personaje público e independientemente de sus inclinaciones políticas pero sí dependientemente de sus declaraciones siempre galvanizadas de un constante despotismo no tan ilustrado, toca decir que la última perla de napalm que soltó hace unos días ha sido aquello de ser antitaurino es no ser español. Un homenaje al sentido común, al evolucionismo, una oda llena de humanidad.
Y es que las aberraciones de esta mujer , o de cualquier declaración que provenga del deleznable mundo de la tauromaquia ( ¿ un iletrado vestido de luces se convierte en catedrático ? ) llegan a un surrealismo tal que escandalizarse es futil, porque no será que lo que busca Espe , claramente senil y en el cénit de su ascenso en corruplandia, es ¿seguir en la palestra ?, sin más.
Y es que las aberraciones de esta mujer , o de cualquier declaración que provenga del deleznable mundo de la tauromaquia ( ¿ un iletrado vestido de luces se convierte en catedrático ? ) llegan a un surrealismo tal que escandalizarse es futil, porque no será que lo que busca Espe , claramente senil y en el cénit de su ascenso en corruplandia, es ¿seguir en la palestra ?, sin más.
Sucede que muchas veces nos ofendemos más con las dagas provenientes de las fauces más insolentes que con los estiletes paridos por unas bocas más formadas. Eso me pasó cuando el otro día se me ocurrió comentar con varias personas esta punzante frase sobre el feminismo que encontré en Twitter:
«El feminismo, está mezclado con la idea tan absurda, de que la mujer es libre si sirve a su jefe y esclava si ayuda a su marido»
Chesterton
A mí me resultó una sentencia cargada de finísima ironía y de una coherencia aplastante, una señora provocación (aquí los lectores siéntanse libre de aportar su punto de vista). Lo interesante de abrir debates no es tener razón, sino terminar dándote cuenta de que quizás no la tengas y con suerte te acuestas ese día aprendiendo algo nuevo.
El caso que una de estas personas (mujeres) reaccionó desde el inicio "del debate" digamos que bastante violentamente, tachándome incomprensiblemente de de todo menos bonita ( ¿como cuando en la Edad Media quemaban a las brujas así de repente?). Los 5 primeros segundos me ofendió su psicosis, los restantes me planteé: ¿acaso esta frase sacó a relucir de esta persona, cual espejo, una verdad que no le gusta?. Poor girl.
De realidades, identidades oscuras y podría decirse también que del trato hacia las mujeres, trata la inquietante Enemy , última película del canadiense Denis Villeneuve. Guión adaptado por Javier Gullón del libro de Saramago "El hombre duplicado". Su protagonista Jake Gyllenhaal y sus barbas de chico sexy bordan el concepto de dualidad en esta producción de filtros ambarinos.
Sigo presa del embotamiento sin tener clara mi versión del final, si alguno me aportáis la vuestra o ... la de la frase del feminismo de Chesterton os lo agradecería, eso sí...sin insultar señores...sin insultar.
El caso que una de estas personas (mujeres) reaccionó desde el inicio "del debate" digamos que bastante violentamente, tachándome incomprensiblemente de de todo menos bonita ( ¿como cuando en la Edad Media quemaban a las brujas así de repente?). Los 5 primeros segundos me ofendió su psicosis, los restantes me planteé: ¿acaso esta frase sacó a relucir de esta persona, cual espejo, una verdad que no le gusta?. Poor girl.
De realidades, identidades oscuras y podría decirse también que del trato hacia las mujeres, trata la inquietante Enemy , última película del canadiense Denis Villeneuve. Guión adaptado por Javier Gullón del libro de Saramago "El hombre duplicado". Su protagonista Jake Gyllenhaal y sus barbas de chico sexy bordan el concepto de dualidad en esta producción de filtros ambarinos.
Sigo presa del embotamiento sin tener clara mi versión del final, si alguno me aportáis la vuestra o ... la de la frase del feminismo de Chesterton os lo agradecería, eso sí...sin insultar señores...sin insultar.